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Que uno no tiene claro qué se encuentra tras este nombre es un hecho que conocemos la mayoría de las personas que somos usuarios forzosos del mismo. Pero en estos tiempos que corren el desencaje es más sangrante si cabe:
Primero nos ha costado entender que una cosa es donde se tramitan las prestaciones y otra donde, según la sabiduría popular, «se sella» y sí ya conocemos un par de sus funciones:
Un servicio en el que se sella. Esta función parece clara, aunque hoy en día también se puede hacer por internet y en algunas comunidades (creo que hoy desaparecido) por teléfono.
Dónde te orientan para realizar una búsqueda de empleo más efectiva. Aquí, ya empezamos a entrar en un terreno más que resbaladizo. En ocasiones, el servicio, se ha reforzado con personal especializado en esta materia. Lo que implica, y esto lo afirmo con total certeza, que la gran mayoría de su personal son técnicos de la gestión administrativa. Algunos de ellos muestran a día de hoy, todo hay que decirlo, una actitud más solidaría y mejor talante con el castigado usuario que les hace más cercanos que antaño.Y me estoy refiriendo a una sonrisa o a esforzarse en darte una respuesta aunque sea aproximada a tu demanda. Rompo una lanza por estos trabajadores y aquellos que se atreven, casi a hurtadillas, a quejarse de su falta de información y formación. Y recojo el comentario literal de una técnica que responde a la pregunta de una usuaria de la siguiente manera: «La cajera del (nombre de conocido supermercado), sabe más de esta convocatoria que yo».
Dejamos esta tarea a las agencias de colocación que durante tanto tiempo han recibido el nombre pero sin contenido muchas de ellas por «falta de presupuesto», según relataban.
Dónde puedes encontrar ofertas de empleo. Que una oficina de empleo de las dos que existen en una población de más de 100.000 habitantes tenga una media de 3 ofertas en un periodo de tiempo de semanas no parece un objetivo cuidado por la entidad.
Con un servicio ágil. Donde hay un momento del día restringido (como en algunos bancos) para realizar ciertos trámites y después si aprovechas la visita para realizar varias complicadísimas gestiones como preguntar por los cursos de formación que han salido, sí hay alguna oferta y el consabido sellado. Te toca, como le ha sucedido a un menda, entrar y salir, en otras tantas ocasiones, para coger el número y la letra correspondiente a la mesa y trabajador encargado de dar respuesta a estas preguntas.
Donde se ponen en marcha iniciativas conducentes a controlar y valorar si el parado/a está llevando a cabo los pasos necesarios, suficientes y efectivos para la búsqueda de empleo. La palabra control sí se ajusta a este ente: sellamos en fecha, y en alguna ocasión puntual se les ha dado por convocar a los parados para que registrásemos en una hoja las acciones que llevamos a cabo para buscar empleo en un periodo de tiempo predefinido. «Algo está cambiando»- acertamos a decir, esperanzados. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando me entregaron la hoja para rellenar con mis datos y unas pocas líneas para anotar qué hacía en ese período (llamadas, correos, recibir orientación, contactos, formación, etc.), no pude por menos que esbozar una sonrisa: «¡Esto lo relleno yo en un par de días!» (tal era lo reducido del espacio). Y uno se imagina a la persona/as que elaboraron el documento sentados en sus mesas de trabajo tras 20 años de servicio y, por supuesto, totalmente ajenos a qué hace una parado, a día de hoy, cada uno de los días. He de confesar que, a pesar de mi edad, sigo siendo un completo iluso… Cuando llevo mi informe de actuaciones relleno y lo entrego me quedo como un tonto esperando a que me cuenten cual es el siguiente paso, a que revise el contenido y me diga que más puedo hacer… pero nada. Aquí se acabó la iniciativa. En nada. Quizá dentro de un año vea publicadas unas estadísticas, pero ya se ha cumplido el año y no he visto nada… No pierdo las esperanzas.
Así que el servicio, muy restringido. Empleo, poco y público, hoy mismo lo he puesto en duda ante la contestación de una técnico cuando le pregunto cómo se ha realizado un sondeo para una convocatoria pública: «Yo a usted no tengo por qué darle explicaciones»…
Quiero compartir, también, el artículo «Casting» de parados de otro, me temo, indignado, que cuenta su experiencia y que me ha hecho sonreir con ese humor negro que compartimos muchos supervivientes.